Recuerdo haber escrito… ni el hermano mayor por mucha
voluntad que tenga, ni toda la junta de gobierno hacen una Hermandad, solo
somos su representantes; podemos y debemos contribuir a su mejora, pero es la
aportación de todos lo que nos hace, como su propio nombre indica, una
verdadera Hermandad.
Creo no equivocarme mucho si afirmo que la satisfacción no
es solo del hermano mayor, que lo es, de
la junta de gobierno, que por supuesto, o desde el primero hasta el último que
se hace hermano, que también. Va más allá, trasciende de nuestro espacio estrictamente
cofrade para convertirse en algo que es de todos y para todos, por cuanto veo
que todo el pueblo participa de ese momento, eje central y cumbre de la Semana
Santa.
Todos los hermanos nos alegramos por lo que se está
consiguiendo, pero también nos alegramos del trabajo de las demás hermandades,
como me imagino que se alegra todo aquel que sin ser hermano de ninguna hermandad,
pero también participa con su presencia. Entre todos formamos una gran familia
y nos congratulamos de tener cada año mejor Semana Santa.
El paso nuevo con el frontal magníficamente tallado, con su
cuadrilla de costaleros primerizos, pero aguantando el tirón, la banda técnicamente
bien y voluntariosa, y los penitentes un año más llenando la calle; todo, queda
de lujo, pero no tendría ningún sentido si no hacemos participes a todo el
pueblo, y el pueblo si ha estado con su Cristo, esa debe ser nuestra satisfacción.
El saber que se han hecho las cosas medianamente bien, se
traduce inequívocamente en resultados que todos pueden apreciar, algo tangible
como es el paso nuevo y además sin olvidar nuestro compromiso con los demás,
aportando fondos a la bolsa de caridad, más aun, lo hemos aumentado un 33%, sin
pedir nada a cambio. Todavía sigo
pensando que es insuficiente como lo he defendido en más de una ocasión. También
nuestra colaboración con el CRTS (Centro Regional de Transfusión Sanguínea), requiere
nuestro apoyo.
Que se pueden hacer más cosas, por supuesto, pero no se le
puede pedir tanto a tan pocos y siempre los mismos.
De todas formas, gracias, por la parte que me corresponda y
gracias a todos los que hacen posible nuestra Semana Santa.